La noche cobró protagonismo en mi inspiración, como tantas veces lo ha hecho, pues yo desde niña siempre he sentido una gran fascinación por la oscuridad. En mis novelas la noche es casi una protagonista más del drama que se está desarrollando...
Y aquí mi poesía para ella:
Oscuridad previa al
amanecer;
es la aliada secreta
del día.
Disuelve los
contornos que dividen
la carne y el
espíritu;
borra las fronteras
entre el mar y la
montaña;
su negro manto, que
todo lo iguala,
libera del ego el
temor
a ser juzgado por lo
que se ve.
¡Oh divina oscuridad!
Ella acuna en sus
entrañas negras
la semilla de la luz;
despreciada por
fundir los colores en uno
continúa entregando
su abrazo,
las constelaciones
brillan en su seno,
y alguien decide
abrirse paso
en el fértil humus
negro
por debajo del ruido
de la superficie
y preñar la noche más
aciaga
en un estallido de
mil soles.
Sin resistencia, la
generosa noche
muere por fin y de su
roja herida
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