lunes, 1 de julio de 2013

Una reflexión: al iniciar de mes, es bueno refrescar propósitos...


Esto no es uno de mis habituales relatos de ficción, sino que hoy he decidido darme licencia para pensar en voz alta sin metáforas ni construcciones literarias.

Quiero compartir aquí algo que no hace muchos años descubrí, y que fue lo que «resquebrajó» mi sistema de creencias e ideas para comenzar este nuevo ciclo de mi vida, más auténtico, más rico, más fiel a mi esencia.

Lo que descubrí, o mejor dicho, comencé a considerar como algo cierto, es la sencilla afirmación de que en definitiva, soy yo quien elige el modo como he de vivir mi vida.

Absolutamente simple. No, no se trata del secreto celosamente guardado de los alquimistas sobre la fórmula para fabricar oro, pero creo que es igualmente valioso.

En definitiva, que el gran «quid» de la existencia es una cuestión de elección.

Desde que me levanto hasta que me acuesto, todo son elecciones. Decisiones. Es un tremendo poder, que pensándolo bien, da vértigo. Es lo que nos hace genuinos. Nuestra libertad de decidir cómo tejer el entramado de nuestras vidas.

Así que por una serie de pequeños incidentes cotidianos que me tentaron a caer en el «victimismo» que solo trae ansiedad y resentimiento, además de ser algo completamente inútil, decidí poner por escrito las elecciones que abrazo a partir de hoy.

Son éstas, y me ayuda tenerlas así visualizadas, de modo que las comparto por si ayudan a alguien más:

 Elijo nuevamente la libertad.

 Elijo vivir el presente libre de presiones interiores y exteriores.

 Elijo hoy ser feliz, dar alegría y cordialidad, dar tolerancia y paz.

 Elijo dar mi don, expresarlo y ofrecerlo a todo el que quiera recibirlo.

 Elijo hacer lo que amo sin condiciones, sin plazos, sin presiones.

 Elijo vivir sin miedo.

 Elijo liberarme hoy de la ansiedad por alcanzar objetivos.

 Elijo liberarme del apego al control.

 Elijo recibir y abrazar todo lo bueno, bello y verdadero que me da la Vida.

 Elijo amarme a mi misma sin condiciones.

 Elijo amar y aceptar el presente.

 Elijo amar a las personas sin condiciones, sin expectativas, sin ataduras.

 Elijo amar a todos los seres vivos, honrarlos y respetarlos como seres sagrados que son.

 Elijo amar, honrar y respetar a la madre Tierra.

 Elijo la gratitud como mi mejor plegaria.

 

Un abrazo y ¡feliz inicio de mes!




 
Las fotos son mías, las he sacado en mis paseos por la costa malagueña.

2 comentarios:

  1. Quizás esté en ese momento de mi vida y no solo eso sino que quiero enseñar este camino a mi hija. ¿me permites llevarme esta entrada a mi blog,? por supuesto indicando su autoría.
    Itsaso

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    1. ¡¡¡Encantada de que lo hagas!!! Me alegro un montón de que mis pensamientos puedan ayudar a alguien... Compartimos camino!
      Un abrazo!

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