El
hombre estaba a punto de partir a las lejanas tierras del Amazonas. La tarde
previa al viaje, puso todo su empeño en dejar por escrito instrucciones
precisas a su mujer, en el caso de que ocurriese cualquier imprevisto durante
aquella aventura. Era un explorador con la suficiente experiencia como para no
subestimar nunca los riesgos de su misión.
Las
instrucciones, con todo, fueron breves: «si el resultado de este viaje es la
muerte, no dejéis mi cadáver en tierras extrañas. Rescatad mis restos, y
enterradme boca abajo en la tierra, durante el ciclo de la luna nueva».Por más que su esposa pidió explicaciones ante aquella extraña petición, el hombre se negó a aclarar el tema; tan solo insistió en la importancia de que ella cumpliese sus deseos en el caso de un desenlace fatídico.
No se marchó hasta conseguir el juramento de su mujer, que selló con un beso de despedida. Después dio la espalda a la llorosa esposa y partió.
Pasaron varios meses de escuetos telegramas hasta que se hizo el silencio, y la esposa comenzó a tener pesadillas que la hacían gritar en medio de la noche.
Ella recordaba comentarios sobre los nativos de aquellas tierras: había tribus caníbales; algunas tenían la costumbre de sacrificar a sus enemigos en altares paganos, y de devorar sus corazones en rituales de sangre y muerte.
Como si de un nefasto conjuro se tratase, poco después de que comenzara a tener pesadillas sobre altares y cuchillos, la mujer recibió la cruel noticia: su intrépido marido había muerto.
Creían que había sido devorado por una fiera salvaje. No hallaron su cadáver; solo algunas pertenencias desperdigadas en un rincón de aquella selva indomable.
A pesar de esto, la mujer removió cielo y tierra en un intento de cumplir las instrucciones que había recibido de su cónyuge poco antes de partir; aunque todos sus esfuerzos fueron en vano. Tras meses de intensa búsqueda, la afligida viuda debió afrontar el hecho de que era imposible cumplir la extravagante petición de su difunto marido.
De modo que organizó la celebración de un discreto funeral, y en el pequeño cementerio local hizo colocar una bonita lápida para honrar su memoria.
Entonces regresaron las pesadillas. Esta vez no recordaba su contenido; pero los efectos la hacían temer por su cordura: en más de una ocasión despertó de madrugada, en medio del jardín de su casa, helada de frío. Algunas noches se descubría arañazos en los brazos, provocados por ella misma...
Acudió a un especialista y este le recetó pastillas para dormir, con escasos resultados.
Su propia madre insistía en que abandonara aquella casa y se fuera a vivir con ella, pero esta oferta no era una opción.
La mujer, en su interior, albergaba una esperanza imposible.
Transcurrieron varios meses. Una fría noche de invierno regresó de visitar a su madre y vio que la puerta de la entrada se su casa estaba abierta. Se detuvo en el umbral: había huellas de barro que se dirigían al interior.
No llamó a la policía; no fue a pedir ayuda a los vecinos. En cambio, como una sonámbula, soltó el bolso que llevaba en la mano dejándolo caer allí mismo, y con movimientos lentos entró en la casa y cerró la puerta.
No se molestó en encender la luz. Siguió las huellas hasta el dormitorio principal, el que había compartido con su esposo cuando vivían juntos.
Al llegar allí vio una alta silueta recortada contra la luz opaca que entraba por la ventana. Esta se acercó a ella y el sonido de sus pies llenó la habitación.
La mujer cerró los ojos.
Al día siguiente un vecino la descubrió en el jardín. Estaba boca abajo, semienterrada en un hoyo poco profundo.
La policía no sabía qué pensar: el cadáver tenía una gran herida en el pecho. A simple vista parecía que alguien había arrancado de cuajo el corazón.
Aquella noche comenzaba el ciclo de la luna nueva.
Hola Fabiana, como me encantan tus historias, las relatas muy bien, esta es estupenda; te he concedido el One Lovely blog Award, puedes pasar por mi blog a recogerlo, chao amiga
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Alejandra! Es una alegría que me hayas elegido para este premio, y encantada pasaré por tu blog a recogerlo,
Eliminar¡un abrazo!
Me gusto bastante el relato, partió muy tranquilo y esperanzador, que me recordó al relato que hay en medio de Estudio en Escalarta para después terminar con ese misterio que me recordó a Pet Sematary, una vuelta en toda regla.
ResponderEliminarSaludos desde Chile.
TRAFFIC-CLUB
El Calabozo Moralmente Incorrecto
¡Muchas gracias Nacho!
EliminarUn abrazo desde tierras malagueñas... Allá estarán disfrutando de la primavera, ¡qué lindo...!
Un relato muy bueno, como todos los demás; como me alegra volver a tener tiempo para poder leerlos agusto. Sigue así, estás haciendo un buen trabajo.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por tu comentario, AXA, me incentiva a continuar compartiendo mis historias...
EliminarUn abrazo.
Hola me encanta tu blog, ya te seguí en GFC (96), te invito a mi blog, espero me sigas <3
ResponderEliminarmandyshareslife.blogspot.com
MandySharesLife FACEBOOK PAGE
Hola Mandy,
Eliminarmuchísimas gracias por tu comentario, encantada visitaré tu blog y te seguiré.
Un abrazo.
Eso le pasa por no cumplir la promesa.
ResponderEliminarPero me queda duda su marido era un vampiro... un hombre lobo que... porque en el ciclo de laluna, si exste una expliación cuentamela XD. no me dejes en suspenso.
Saludos... a hice un post sobre vampiros del comic, espero te pases por alla por mi blog.
Saludos.
¡Muchas gracias WarrioR! Encantada pasaré por tu blog,
Eliminarte mando un abrazo!!!