Cada día el cielo y el mar me sorprenden. La contemplación de esta magia que se repite única y distinta -perfecta paradoja- todas las tardes, es, junto con la escritura, mi mejor terapia en estos tiempos turbulentos... Comparto instantes captados con mi cámara, espero que disfruten de ellos:
¡Cuanta calma y qué bonito atardecer! desde tierra adentro se añora el mar.
ResponderEliminar¡Me alegro de que te hayan gustado las imágenes!
EliminarUn abrazo.