sábado, 2 de agosto de 2014

Reencuentro




–Mamá, quiero que venga Kitty con nosotros.
–Kitty no puede venir, cariño.
–¿Por qué no?
–Porque está con papá, haciéndole compañía.
–¿Y por qué no pueden venir los dos?
La madre acarició un rizo dorado de la niña.
–Es un viaje muy largo, cielo.
–¿Puedo verlos?
–Sí; ven, dame la mano.
En la superficie de césped se distinguían dos trozos de mármol rodeados de flores. Junto a ellos se hallaban dos figuras inmóviles.
Sopló una brisa suave, y el hombre  junto a la lápida sonrió entre lágrimas: sentía el aroma a talcos de su pequeña.
El perro que estaba con él soltó un ladrido, lamió la mano de su dueño y esperó.

Cuando la brisa dejó de soplar, regresaron a casa.




Nota: las imágenes pertenecen a la película "I am Sam", y a "La vida secreta de las abejas".

3 comentarios:

  1. Se me eriza la piel... conmovedor¡¡¡ nos leemos¡¡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Francis, me alegro de que te haya gustado...
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Hermosa historia de fantasmas, Fabiana, me encantó.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar