martes, 28 de marzo de 2017

La casa del nono

¡Hola!
Así he titulado mi última pintura, que anoche terminé: "La casa del nono", ya que en ella recreo un sitio donde fui muy feliz en mi niñez, una islita de Santa Fe donde mi nono había hecho su humilde casa con sus propias manos. Allí él nos llevaba a pasear a mi hermano y a mí en su canoa, y allí aprendimos a pescar con el "mediomundo" las mojarritas que después el nono freía y las devorábamos como si fuese un manjar...
En la casa del nono no había luz eléctrica, por lo tanto no había televisión ni ningún aparato eléctrico, lógicamente. Sin embargo para mí era un sitio maravilloso donde la naturaleza nos abrazaba y cobijaba, y cada día descubríamos un tesoro nuevo: el nido de un pájaro o un bichito que no conocíamos. Por todo esto y por lo que es imposible explicar con palabras, como el cariño y la paz que se respiraba allí, es que la casa del nono ocupa un lugar especial en mi corazón...



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